El proyecto ilustrado: potencia y límites de la razón. Los Derechos del Hombre. La primera ola feminista: Mary Wollstonecraft y Olympe de Gouges

El proyecto ilustrado: potencia y límites de la razón

El proyecto ilustrado fue un movimiento intelectual que se desarrolló en Europa en el siglo XVIII, que promovía el uso de la razón para la consecución del progreso social y la mejora de las condiciones de vida. Los pensadores ilustrados creían que la razón humana era capaz de desentrañar los secretos del universo y de la naturaleza, y que podía ser utilizada para resolver los problemas políticos, sociales y económicos de la sociedad.

Uno de los principios fundamentales del proyecto ilustrado era la creencia en la educación y la difusión del conocimiento. Los ilustrados creían que la educación era esencial para la formación de individuos responsables y libres, capaces de tomar decisiones informadas y racionales. También creían en la necesidad de difundir el conocimiento científico y filosófico a través de la publicación de libros, revistas y otros medios de comunicación.

Sin embargo, el proyecto ilustrado también tenía sus límites. Los ilustrados creían que la razón podía resolver todos los problemas, pero a menudo ignoraban las limitaciones de la propia razón humana. Además, muchos de ellos estaban influenciados por una visión optimista de la humanidad y creían en la posibilidad de un progreso ilimitado, lo que les llevó a ignorar las limitaciones económicas y políticas de su tiempo.

Además, el proyecto ilustrado se enfrentó a críticas de otros movimientos intelectuales, como el romanticismo, que cuestionaban la capacidad de la razón para entender completamente la complejidad del mundo y la naturaleza humana. Los románticos argumentaban que la razón era insuficiente para explicar la experiencia humana y que se necesitaba una comprensión más completa y profunda del mundo.

A pesar de sus límites y críticas, el proyecto ilustrado tuvo un impacto significativo en la historia europea y mundial. Fue un factor clave en la Revolución Francesa y en la creación de las democracias modernas, y sentó las bases para el pensamiento científico moderno y la investigación empírica. La creencia en la razón y el conocimiento sigue siendo un valor fundamental en las actuales sociedades democráticas.

La filosofía de la Ilustración

El sueño de la razón produce monstruos

«El sueño de la razón produce monstruos», grabado de Goya

Y si pensamos ahora en el soberbio grabado de Goya que el pintor rotuló con la leyenda «El sueño de la razón produce monstruos», tal vez podamos explicarnos en qué estriba esa crisis de la herencia ilustrada que hemos dado en denominar la postmodernidad, esto es, la postilustración.

En el grabado, un hombre duerme, momentáneamente traspuesto al parecer, acodado sobre una mesa de trabajo -si no la de un filósofo, la mesa, digamos, de un intelectual- mientras, en la penumbra de la estancia, le rodean y sobrevuelan una serie de repugnantes, peludos y alados monstruos, los monstruos de que se suponen producidos por el sueño de la razón.

En un libro inspirado en tal motivo, José Enrique Rodríguez Ibáñez apuntó sagazmente hace algún tiempo que el grabado admite más de una interpretación. En una primera interpretación, que calificaríamos de premoderna o preilustrada, -y a la que cabría incluso calificar de anti-ilustrada o contrailustrada-, esos monstruos que pueblan el grabado habrían de ser atribuidos al delirio racional del hombre, es decir, a su olvido de las sanas costumbres de la tradición.

Para una segunda interpretación, que merecería ya el calificativo de plenamente moderna o ilustrada -y que sería, con toda probabilidad, la que el propio pintor habría hecho suya-, los monstruos en cuestión serían producto no de la ensoñación o el sueño activo, sino, por así decirlo, del sueño pasivo de la razón humana, cuyo perezoso dormitar dejaría abierta la espita de las tinieblas del oscurantismo.

Pero hay todavía una tercera interpretación posible -a la que no sería del todo improcedente ver calificada de postmoderna o postilustrada- sobre la cual no tenemos otro remedio que demorarnos, aunque sea brevemente, a continuación. De acuerdo con ella, el sueño de una razón excesivamente ambiciosa podría haberse acabado volviendo, paradójicamente, contra los postulados iluministas que en sus orígenes lo alentaron. Aquellos postulados nos prometían la liberación, pero -a juzgar, al menos, por lo que ha sido la historia del reciente siglo XX, a saber, una crónica de horrores impensables desde el proverbial optimismo dieciochesco- más parece que nos hayan sumido en un lóbrego calabozo, aherrojándonos con las cadenas de nuevas y variadas formas de esclavitud.

¿Por cuál de estas tres interpretaciones de la Ilustración se habría inclinado Kant?

Muguerza, J., «Del renacimiento a la Ilustración: Kant y la ética de la modernidad» en La aventura de la moralidad, Alianza editorial, Madrid, 2007, p 119-120.

Texto ampliado

Los Derechos del Hombre

Los Derechos del Hombre son una serie de derechos fundamentales que se consideran inherentes a todas las personas, independientemente de su raza, género, origen étnico, religión o cualquier otra característica personal. Estos derechos incluyen

  • el derecho a la vida
  • la libertad
  • la seguridad
  • la igualdad ante la ley
  • la libertad de pensamiento, expresión y religión
  • el derecho a un juicio justo,
  • la prohibición de la tortura y la esclavitud, entre otros.

Los Derechos del Hombre surgieron durante la Ilustración, un período de la historia en el que se produjo un gran avance en el pensamiento político, social y filosófico. Uno de los documentos más famosos que establece los Derechos del Hombre es la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, redactada en 1776, que establece que «todos los hombres son creados iguales, que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad».

Otro documento importante que establece los Derechos del Hombre es la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, adoptada por la Asamblea Nacional Francesa en 1789. Esta declaración establece que «los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos» y reconoce el derecho a la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión.

La primera ola feminista

La considerada como primera ola del feminismo se desarrolló entre los siglos XVIII y principios del XX. Surgió como protesta contra la negación de derechos civiles y jurídicos para las mujeres y supuso la primera acción colectiva organizada en defensa de sus derechos. Se caracterizó por

  • el auge del movimiento sufragista, que buscaba conseguir el derecho a voto para las mujeres
  • por la defensa del reconocimiento de su derecho de ciudadanía

Además, las mujeres demandaban derechos civiles dentro del matrimonio sobre sus propios hijos y derechos laborales que mejorasen sus condiciones de trabajo.

El filósofo francés François Poulain de la Barre se constituyó como una de las primeras voces en alzarse por la lucha de la igualdad entre hombres y mujeres, con obras como De la igualdad de  los sexos (1673).

Durante la Revolución Francesa, las mujeres se manifestaron en contra de su posición de subordinación histórica a través de los Cuadernos de Queja (1789), creados para hacer llegar sus reivindicaciones a los Estados Generales tras haber sido excluidas de la Asamblea General.

Mary Wollstonecraft

Mary Wollstonecraft fue una escritora, filósofa y feminista británica del siglo XVIII, considerada como una de las primeras defensoras de los derechos de la mujer en la historia moderna. Nació en 1759 en Londres, Inglaterra, y creció en una familia pobre pero culta.

A pesar de no tener una educación formal, Wollstonecraft se convirtió en una escritora exitosa y una figura influyente en la esfera intelectual de su tiempo. Es más conocida por su obra «Vindicación de los derechos de la mujer» (1792), en la que argumenta que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres y deben ser educadas de la misma manera; esta obra se considera fundacional del feminismo.

Wollstonecraft argumentaba que la desigualdad de género era el resultado de la falta de educación y oportunidades para las mujeres, y que la opresión de las mujeres se debía a la ignorancia y el prejuicio de la sociedad. Su obra también abogaba por el derecho al voto de las mujeres y por la igualdad en el matrimonio, defendiendo que este debería ser una asociación de iguales, basada en el amor y el respeto mutuo, en lugar de una relación de propiedad y sumisión.

Además de su obra sobre la igualdad de género, Wollstonecraft también escribió sobre la educación, la religión y la política. Defendía una educación liberal y racional para las mujeres, que incluyera la educación física y la instrucción en habilidades prácticas, para que pudieran ser independientes y autónomas.

A pesar de la influencia y el legado de su obra, Wollstonecraft tuvo una vida personal difícil. Se casó con el escritor William Godwin en 1797 y murió poco después, a los 38 años, después de dar a luz a su hija Mary, quien se convertiría en la escritora Mary Shelley.

Olympe de Gouges

Olympe de Gouges fue una escritora, activista política y feminista francesa del siglo XVIII, conocida por su defensa de los derechos de las mujeres y su oposición a la esclavitud y la pena de muerte. Nació en Montauban, Francia, en 1748, y su verdadero nombre era Marie Gouze, aunque se hizo conocida por su seudónimo Olympe de Gouges.

De Gouges fue una figura destacada en la Revolución Francesa, que tuvo lugar entre 1789 y 1799, y se convirtió en una defensora de los derechos de la mujer en un momento en que este tema era muy controvertido. Escribió obras que abogaban por la igualdad de género, incluyendo la «Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana» (1791), que era una reacción a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, al exigir que las mujeres tuvieran los mismos derechos que los hombres en la sociedad y el gobierno.

Además de su trabajo como defensora de los derechos de la mujer, De Gouges también fue una crítica de la esclavitud y la pena de muerte, y escribió una obra llamada «La esclavitud de los negros» (1792), en la que condenaba la esclavitud y pedía la abolición de la trata de esclavos.

Sin embargo, a pesar de su defensa de los derechos humanos y su compromiso con la Revolución Francesa, De Gouges fue perseguida y ejecutada durante el gobierno del Comité de Salvación Pública, que gobernó Francia durante el período del Terror. Fue acusada de oponerse a la Revolución y de escribir obras que atacaban a la religión y al gobierno, y fue guillotinada en 1793.

En la actualidad, se recuerda a Olympe de Gouges como una de las primeras defensoras de los derechos de las mujeres y una figura destacada en la lucha por la igualdad de género. Sus obras y su legado continúan inspirando a las personas que luchan por los derechos humanos y la justicia social en todo el mundo.