Idea y naturaleza: conocimiento y realidad en Platón y Aristóteles

Detalle de La escuela de Atenas de Rafael. Platón, con la mano levantada y el índice apuntando al cielo, señala el descubrimiento de la trascendencia. Aristóteles, con la mano apuntando hacia el mundo, señala la necesidad de «salvar los fenómenos». Obsérvese, no obstante, cómo mira a Platón al señalar su planteamiento fundamental. Los fenómenos sensibles solo se «salvan» si se comprende lo metasensible. Cada uno de los dos filósofos tiene en la mano una de sus obras más significativas: Platón el Timeo, Aristóteles la Ética a Nicómaco. (Historia de la Filosofía de Reale y Antiseri, vol I, p. 206).

Conocimiento en Platón

Platón piensa que es posible el conocimiento de la esencia y de la verdad de las cosas porque el ser humano tiene en su interior la posibilidad de captar lo que las cosas son, por encima de lo que las apariencias puedan mostrar a los sentidos. De este modo Platón trata de superar el movilismo de Heráclito, que afirmaba que «todo fluye», para tratar de conciliarlo con la estabilidad que propone Parménides, quien afirmaba que «el ser es y el no ser no es», y que, por tanto, considera al ser como eterno, inmutable, uno e indivisible.

Para Platón es posible conocer la esencia y la verdad de las cosas porque el hombre puede ver más allá de las apariencias que aportan los sentidos. Y es que durante el cautiverio en el que el alma se encuentra dentro del cuerpo, ésta sólo puede captar la realidad a través de los cinco sentidos de ese cuerpo, pero esta realidad captada (meras apariencias) le permite recordar las verdades eternas. Así el conocimiento no depende sólo de la percepción sino de las Ideas que el alma puede contemplar.

Conocimiento sensible e inteligible

Por tanto existen dos tipos de conocimiento para Platón:

  • Saber sensible (doxa-opinión) al que corresponde el mundo sensible, de apariencias que engañan a los sentidos.
  • Saber inteligible (episteme-saber verdadero) al que corresponde el mundo verdadero de las Ideas o esencias de las cosas.

Mediante la dialéctica (plasmada en los diálogos platónicos) el pensamiento se eleva por encima del saber sensible para alcanzar la verdad de las Ideas, el saber inteligible. En la estructuración semántica de la lengua es donde la significación -la idea- se da a conocer a la conciencia, logoteoréticamente (término que proviene del griego «logos» -lenguaje, pensamiento, razón- y «theoría» -visión, contemplación-). La dialéctica acerca a la verdad a diferencia de la retórica de los sofistas que solo buscan persuadir. Mediante la dialéctica la inteligencia puede llegar hasta los últimos niveles de lo inteligible en esta vida. Es así que el trabajo filosófico no se reconoce como trabajo verbal sino que se da como «pensamiento» y se declara independiente del lenguaje, que sólo sería útil a la expresión y a la comunicación.

Platón intenta una liberación radical con respecto a los sentidos y a lo sensible, y un desplazamiento decidido hacia el plano del puro razonamiento y de lo que se puede captar exclusivamente con el intelecto y con la mente.

Así como el matemático no se ocupa de las figuras triangulares, sino del triángulo, el filósofo no debe ocuparse -si no es como punto de partida- de las cosas justas, sino de la justicia.

¿Queremos explicar por qué es bella una cosa? Pues bien, para explicar ese «porqué», el filósofo naturalista recurriría a elementos puramente físicos, como el color, la figura, y otros. Sin embargo, según Platón, éstos no son «verdaderas causas», sino medios o con-causas. Por tanto es preciso postular la existencia de una causa superior, que por ser una verdadera causa será algo no sensible, sino inteligible. Se trata de la idea o «forma» pura de lo bello en sí, que hace que las cosas empíricas sean bellas, es decir, se realicen a través de la forma, del color y de la proporción que por fuerza ser requieren para ser bellas.

En este fragmento de El Banquete uno puede hacerse a la idea sobre cómo hacer uso del conocimiento inteligible. El mapa conceptual, a continuación del texto, ayuda a comprenderlo:

He aquí, pues, el recto método de abordar las cuestiones eróticas o de ser conducido por otro: empezar por las cosas bellas de este mundo  teniendo como fin esa belleza en cuestión y, valiéndose de ellas como de escalas, ir ascendiendo constantemente, yendo de un solo cuerpo a  dos y de dos a todos los cuerpos bellos y de los cuerpos bellos a las bellas normas de conducta, y de las normas de conducta a las bellas  ciencias, hasta terminar, partiendo de éstas, en esa ciencia de antes, que no es ciencia de otra cosa sino de la belleza absoluta, y  llegar a conocer, por último, lo que es la belleza en sí.

Conocer es recordar

Platón consideraba que saber es recordar, es decir, la anámnesis consiste en recordar lo que el alma (eterna) olvidó al encarnarse en el cuerpo (mortal).

En el diálogo Menón Sócrates solicita a Menón que traiga un esclavo, para demostrar cómo es posible que éste recuerde, a través de sencillas preguntas, conocimientos matemáticos que no ha podido aprender a lo largo de su vida. Sócrates tan sólo pone una condición, al preguntar a Menón sobre el esclavo: “¿Es griego y habla griego?”. Con esta sencilla condición, Sócrates logra que el esclavo demuestre de un modo geométrico, a partir de ingeniosas preguntas, el teorema de Pitágoras. En una tesis aparentemente sencilla, como la de la reminiscencia, no sólo aparecen las ideas innatas, sino también una honda teoría del lenguaje sobre la que Platón habla en otros diálogos. más información en Boulesis

Alegoría de la caverna

Mediante el mito de la caverna Platón explica cómo durante el cautiverio «en la caverna» el alma percibe la realidad únicamente a través de los sentidos», siendo preciso salir de allí para captar la verdad en sí.

Mi explicación en vídeo del texto sobre el mito de la caverna

Enlace directo al vídeo

Símil de la línea

Con el símil de la línea que puedes entender con esta ilustración Platón muestra en el libro VI de República los dos mundos y los tipos de conocimiento que les corresponden. Texto: Símil de la línea

Platón propuso que si bien es cierto que sólo es cognoscible el ser y que el no-ser es incognoscible, sin embargo existe entre ambos una categoría intermedia que sería el «llegar a ser». De este modo al SER corresponde la CIENCIA, al NO-SER la IGNORANCIA y al LLEGAR A SER la OPINIÓN.

SerNo serLlegar a ser
Ciencia (episteme)IgnoranciaOpinión (doxa)
Conocimiento discursivo (dianoia)Conjetura (eikasia)
Conocimiento intuitivo (noesis)Creencia (pistis)
Lo inteligibleLo visible

Realidad en Platón

Para Platón, el conocimiento y la realidad están estrechamente relacionados. Él creía que el conocimiento verdadero no puede ser adquirido a través de la experiencia sensorial, sino que es alcanzado a través de la razón y la contemplación de las formas o ideas universales.

Platón sostenía que las cosas que percibimos a través de los sentidos no son más que sombras o copias imperfectas de las verdaderas formas o ideas universales, que existen en un mundo inmutable y eterno que él llamaba el mundo de las ideas. Para Platón, solo a través del conocimiento de estas formas se podía acceder al conocimiento verdadero y a la realidad última.

Según Platón, el conocimiento se adquiere a través de la reminiscencia o anamnesis, es decir, la recuperación de los conocimientos innatos que ya poseemos en nuestra alma. Platón creía que nuestra alma, antes de encarnarse en el mundo físico, había contemplado las formas en el mundo de las ideas y que, por lo tanto, ya poseía ese conocimiento verdadero en su interior. La tarea de la filosofía consistía en despertar esa memoria y recuperar ese conocimiento innato.

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Vídeo resumen sobre la filosofía de Platón

Los dos mundos

Platón explica con la Alegoría de la caverna (haz clic para leerla) la distinción entre «mundo sensible» (aquel que es mutable, en continuo devenir, y constituido por copias imperfectas de ideas superiores) y «mundo ideal o inteligible» (que es inmutable, trascendente, inmaterial e intemporal).

Según este idealismo dialéctico que propone Platón, las ideas producen relaciones entre ellas, que forman una estructura compleja y jerárquica, siendo imposible pensar y conocer verdaderamente una idea si no se comprende el conjunto relacional en el cual se inscribe. La separación absoluta de las ideas conduce al absurdo (en contra de Parménides. En El sofista Platón «mata» a Parménides).

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En la cima de la jerarquía de las ideas, que el espíritu es invitado a recorrer dialécticamente, se encuentra la idea suprema del Bien.

Para pensar en la idea de Bien no se requiere ninguna otra idea más original ni más final. El Bien solo extrae de sí mismo su sentido, encuentra su sentido en sí mismo, y no necesita justificación ni inteligilibidad suplementaria alguna. Es como la clave de bóveda del conjunto de la jerarquía de las ideas, cuya cohesión y sentido último asegura.

Indica Platón que el propio Anaxágoras aceptó la necesidad de introducir una inteligencia universal para llegar a explicar las cosas pero no supo aprovechar esta intuición y siguió dando importancia a las causas físicas tradicionales.

Por tanto la causa de lo que es físico y mecánico, ¿no residirá quizá en algo que no es físico y no es mecánico?

Platón se servía del concepto de «navegación» para referirse a la «primera navegación» como momento en que se permanece vinculado a lo sensible. En la «segunda navegación», por el contrario, se halla una nueva ruta que conduce al descubrimiento de lo suprasensible, es decir, del ser inteligible.

Lee el siguiente texto y contesta a las preguntas

Platón, Fedro, «Mito de Theuth»

Pero, cuando llegaron a lo de las letras, dijo Theuth: “Este conocimiento, oh rey, hará más sabios a los egipcios y más memoriosos, pues  se ha inventado como un fármaco de la memoria y de la sabiduría.” Pero él le dijo: “¡Oh artificiosísimo Theuth! A unos les es dado crear  arte, a otros juzgar qué de daño o provecho aporta para los que pretenden hacer uso de él. Y ahora tú, precisamente, padre que eres de las  letras, por apego a ellas, les atribuyes poderes contrarios a los que tienen. Porque es olvido lo que producirán en las almas de quienes  las aprendan, al descuidar la memoria, ya que, fiándose de lo escrito, llegarán al recuerdo desde fuera, a través de caracteres ajenos, no  desde dentro, desde ellos mismos y por sí mismos. No es, pues un fármaco de la memoria lo que has hallado, sino un simple recordatorio. 
Apariencia de sabiduría es lo que proporcionas a tus alumnos, que no verdad. Porque habiendo oído muchas cosas sin aprenderlas, parecerá  que tienen muchos conocimientos, siendo, al contrario, en la mayoría de los casos, totalmente ignorantes, y difíciles, además, de tratar  porque han acabado por convertirse en sabios aparentes en lugar de sabios de verdad. Fedro (275a).
  1. Subraya los conceptos más importantes.
  2. Intenta hacer un mapa conceptual del texto.
  3. ¿Cuál es la idea principal del texto?
  4. Explica todo lo que sepas sobre el autor del texto.
  5. ¿Estás de acuerdo con el autor? ¿Por qué?
  6. ¿Crees que este texto tiene vigencia en la actualidad? ¿Por qué?

Idea y naturaleza: conocimiento y realidad en Aristóteles