El problema filosófico del tiempo y el cambio. El problema del determinismo. Necesidad, azar y libertad

El problema filosófico del tiempo y el cambio

¿Qué es el tiempo y cómo funciona? ¿Cómo podemos explicar el cambio en el mundo que nos rodea? Hay varias teorías y enfoques diferentes sobre este problema, pero algunos de los principales puntos de vista incluyen:

  1. El tiempo como una entidad real: algunos filósofos argumentan que el tiempo es una entidad real y objetiva, independiente de nuestra experiencia y percepción. En esta visión, el tiempo es algo que «fluye» y existe por sí mismo, y el cambio es simplemente una manifestación de su paso.
  2. El tiempo como una construcción subjetiva: otros filósofos sostienen que el tiempo es una construcción subjetiva de nuestra mente, y que el cambio es simplemente una ilusión que surge de nuestra percepción. En esta perspectiva, el tiempo es algo que nosotros creamos y experimentamos, pero no necesariamente tiene una existencia objetiva independiente de nosotros.
  3. La teoría de la relatividad: la teoría de la relatividad de Einstein ha tenido un gran impacto en la filosofía del tiempo y el cambio. Según esta teoría, el tiempo no es algo absoluto e independiente, sino que depende de la perspectiva y del movimiento relativo de los objetos. Esta perspectiva ha llevado a algunas teorías interesantes sobre la naturaleza del tiempo y el cambio, como la idea de que el tiempo podría ser «el cuarto eje» del espacio-tiempo.

En general, el problema filosófico del tiempo y el cambio sigue siendo un tema de gran interés y controversia. La cuestión de si el tiempo es una entidad real o una construcción subjetiva sigue siendo objeto de debate, al igual que la pregunta de cómo podemos explicar el cambio en el mundo que nos rodea.

Este tema ha sido abordado por numerosos filósofos a lo largo de la historia como los siguientes:

  1. Platón: en su diálogo Parménides, Platón explora la cuestión de cómo podemos explicar el cambio en el mundo que nos rodea. Parménides argumenta que el cambio es imposible, ya que cualquier cosa que cambia debe convertirse en algo diferente, lo que significa que ya no es lo que era antes. Platón responde a este argumento mediante la idea de que las cosas cambian no porque se convierten en algo diferente, sino porque participan en diferentes formas o «ideas» eternas e inmutables.
  2. Aristóteles: en su obra Física, Aristóteles desarrolla una teoría del tiempo como un continuo infinito, en el que los eventos ocurren en un orden secuencial. También argumenta que el cambio es una característica fundamental del mundo natural, y que cualquier cosa que cambia debe tener un potencial para el cambio.
  3. San Agustín: en su obra Confesiones, San Agustín reflexiona sobre el tiempo y la eternidad, argumentando que el tiempo es un producto de la mente humana que no tiene una existencia independiente. También argumenta que Dios es eterno y que la eternidad es algo que está más allá del tiempo.
  4. Immanuel Kant: en su obra Crítica de la razón pura, Kant argumenta que el tiempo y el espacio son las formas a priori de la percepción humana, lo que significa que son estructuras fundamentales que determinan cómo percibimos el mundo. También argumenta que el tiempo no tiene una existencia independiente, sino que es una condición necesaria para la percepción de cualquier cosa.
  5. Martin Heidegger: en su obra Ser y tiempo, Heidegger explora la cuestión de la relación entre el ser y el tiempo. Argumenta que el ser humano existe en un estado de temporalidad, y que el tiempo es una característica fundamental de la existencia humana. También argumenta que el tiempo no es simplemente una entidad objetiva, sino que es algo que nos afecta en un nivel personal y subjetivo.

Artículo: «El insondable enigma del tiempo: lo que sabemos sobre su inicio y cómo podría ser su final»

El problema del determinismo

El problema del determinismo se refiere a la cuestión de si nuestras acciones están determinadas por fuerzas más allá de nuestro control o si tenemos libre albedrío para actuar de manera autónoma. En otras palabras, el determinismo sostiene que todas las acciones y eventos están determinados por las causas anteriores, y que el futuro es, por tanto, predecible en función de las condiciones presentes.

Este problema se ha debatido a lo largo de la historia de la filosofía, y hay varias posiciones y argumentos en conflicto. Los filósofos que defienden el determinismo suelen argumentar que todas las acciones están determinadas por causas físicas, biológicas, sociales, psicológicas o históricas, y que, por tanto, la libertad de elección es una ilusión.

Sin embargo, otros filósofos argumentan que, aunque las causas pueden influir en nuestras acciones, todavía tenemos cierto grado de libertad y control sobre nuestras decisiones y acciones. Estos filósofos defienden la idea de libre albedrío, que sostiene que los seres humanos pueden tomar decisiones autónomas y responsables que no están determinadas por causas previas.

Estos son algunos de los autores y obras más influyentes en este tema:

  1. Demócrito: fue uno de los primeros filósofos en abordar la cuestión del determinismo en su teoría atomista, según la cual el universo está compuesto por átomos que se mueven en un vacío infinito de manera determinada. Demócrito afirmaba que todas las acciones humanas y eventos naturales estaban determinados por las leyes naturales del universo.
  2. Epicuro: también desarrolló una teoría atomista, pero difería de Demócrito en que creía en la posibilidad de la libre voluntad humana. Para Epicuro, aunque las acciones de los átomos estaban determinadas, los seres humanos podían tomar decisiones libres basadas en su capacidad de discernimiento.
  3. Santo Tomás de Aquino: en su obra Summa Theologiae, Aquino reflexiona sobre la cuestión del libre albedrío en relación con el determinismo divino. Argumenta que Dios es un ser completamente libre y que su voluntad es la única causa última de todas las cosas, pero al mismo tiempo, concede a los seres humanos un cierto grado de libertad para elegir su propio camino en la vida.
  4. Baruch Spinoza: en su obra Ética, Spinoza defiende una forma de determinismo filosófico, según la cual todo lo que ocurre en el universo está determinado por la naturaleza de Dios. Spinoza argumenta que la libertad humana es una ilusión, y que todas las acciones humanas están determinadas por las causas naturales.
  5. Jean-Paul Sartre: en su obra El ser y la nada, Sartre defiende una postura existencialista que rechaza tanto el determinismo como la noción de una naturaleza humana fija. Para Sartre, los seres humanos son libres para tomar decisiones en cada momento, y esa libertad es lo que define la existencia humana.

Necesidad, azar y libertad

El tema de la necesidad, el azar y la libertad está estrechamente relacionado con el problema del determinismo y se refiere a la cuestión de si nuestras acciones y eventos están determinados por una necesidad ineludible, un azar imprevisible o una libertad autónoma.

Desde la perspectiva de la necesidad, todas las cosas que suceden están determinadas por causas necesarias anteriores, lo que implica que el futuro es previsible y no hay lugar para la libertad humana. Esta perspectiva fue defendida por filósofos como Baruch Spinoza y Friedrich Nietzsche.

Por otro lado, la perspectiva del azar sostiene que algunas cosas suceden sin causa aparente, lo que significa que el futuro no es predecible y que no hay un determinismo completo. Esta perspectiva fue defendida por filósofos como Arthur Schopenhauer y Karl Popper.

Finalmente, la perspectiva de la libertad sostiene que los seres humanos tienen la capacidad de tomar decisiones autónomas y responsables que no están determinadas por causas previas, lo que implica que el futuro no es completamente previsible. Esta perspectiva fue defendida por filósofos como Immanuel Kant y Jean-Paul Sartre.

Es importante destacar que estas perspectivas no son mutuamente excluyentes y que muchos filósofos han intentado reconciliarlas de alguna manera. Por ejemplo, algunos filósofos han sostenido que, aunque algunas cosas están determinadas por causas necesarias, todavía hay cierto grado de libertad en las decisiones humanas. Otros filósofos han argumentado que, aunque el futuro no es completamente previsible, todavía hay ciertas tendencias o patrones que pueden ser observados.


Esto filósofos han tratado el asunto:

  • Perspectiva de la necesidad: Baruch Spinoza, en su obra «Ética», argumenta que todas las cosas que suceden están determinadas por causas necesarias anteriores y que, por tanto, no hay lugar para la libertad humana. Según Spinoza, el conocimiento de esta necesidad puede ayudar a los seres humanos a superar el dolor y la ignorancia.
  • Perspectiva del azar: Arthur Schopenhauer, en su obra «El mundo como voluntad y representación», sostiene que algunas cosas suceden sin causa aparente, lo que significa que el futuro no es predecible y que no hay un determinismo completo. Según Schopenhauer, el azar puede ser una fuente de sufrimiento, pero también puede ser una fuente de belleza y sorpresa.
  • Perspectiva de la libertad: Immanuel Kant, en su obra «Crítica de la razón pura», defiende la idea de que los seres humanos tienen la capacidad de tomar decisiones autónomas y responsables que no están determinadas por causas previas, lo que implica que el futuro no es completamente previsible. Según Kant, la libertad es una condición necesaria para la moralidad y la dignidad humana.

Jean-Paul Sartre, en su obra «El ser y la nada», argumenta que la libertad es una condición fundamental de la existencia humana y que los seres humanos tienen la capacidad de elegir su propia existencia y darle sentido. Según Sartre, la libertad también implica responsabilidad y la necesidad de enfrentar la angustia y la incertidumbre de la vida.

Es importante destacar que estas perspectivas no son mutuamente excluyentes y que muchos filósofos han intentado reconciliarlas de alguna manera. Por ejemplo, algunos filósofos han sostenido que, aunque algunas cosas están determinadas por causas necesarias, todavía hay cierto grado de libertad en las decisiones humanas. Otros filósofos han argumentado que, aunque el futuro no es completamente previsible, todavía hay ciertas tendencias o patrones que pueden ser observados.

Libertad

Mundo antiguo: ¿Quién habrá de gobernarme?

Mundo moderno: ¿Hasta dónde debe llegar el gobierno? (frontera entre la vida pública y privada).

Mundo contemporáneo: ¿Obedecer a las Instituciones es obedecernos a nosotros mismos? ¿Hay que alejar la botella de la mano del dipsómano? ¿Hay que restringir la libertad de hoy para aumentar la de mañana?


Concepción orgánica de la libertad: regímenes totalitarios y autoritarios.

Concepción liberal de la libertad: Democracias liberales.


Autorretrato de Bryan Charnley (1991). La flechas han fallado en dar en la diana, que está en el centro de su cerebro. Charmley era esquizofrénico y se sentía impotente porque no hay cura para su enfermedad. No se sentía libre porque no controlaba su agresividad.

Una considerable parte de la doctrina penal contemporánea considera injustificable el castigo legal por razones como las ofrecidas por los deterministas duros. Young, «Las implicaciones del determinismo» en Compendio de Ética, Singer, Alianza, Madrid, 2000, p. 720

Sócrates

Intelectualismo moral: nadie hace mal a sabiendas.

Estoicos

Ataraxia, imperturbabilidad del alma.

Spinoza

Los hombres se equivocan, en cuanto que piensan que son libres; y esta opinión sólo consiste en que son conscientes de sus acciones e ignorantes de las causas por las que son determinados. Su idea de la libertad es, pues, ésta: que no conocen causa alguna de sus acciones. (Ética, 2/35e{a})

Isaiah Berlin

Libertad negativa: Libertad de (lo que coacciona).

Libertad positiva: Libertad para (conseguir algo).

Anarquismo

Encuentro por videconferencia con Félix García Moriyón